sábado, 19 de agosto de 2017

las Ramblas... vidas y pasos...

Hace mucho que no escribo nada en el blog.
La verdad es que no encuentro la forma de amigar las letras para formar palabras que se agrupen en frases que expresen el sentimiento.
Y es que, hace tiempo, no encuentro palabras...

Pero, ayer, bajando por las Ramblas de Barcelona, llenas de gente conmocionada, en un respetuoso silencio sólo roto por el "no tinc por" o "no tenim por"... miraba y pensaba en el escenario que había allí mismo 24 horas antes...

Allí quedaron el día de antes, en el suelo, en el aire... proyectos, miradas, ilusiones, esperanzas... vidas!!!

Anteayer allí, a muchos, por (en teoría), unas creencias.
A nosotros, ayer hizo 22 meses, por la muerte, que se coló por los bolsillos de la vida de Elisabet, la mayor de mis tres hijos... y de golpe, impregnó las costuras de su historia y la vistió con su color... el de la muerte.

El azar, el destino, el guión aceptado antes de venir al mundo visible... o, vetetúasaber... 
Pero al fin, la finitud de lo que creemos (absurdamente) infinito.

Y, de pronto, sales a la calle, y... la gran sorpresa: ¡la vida sigue!

Leí hace poco que "la vida només sap viure".

Y sí... joder! la Vida, de pronto mira para otro lado un momento... y, aparentemente indecisa, se bloquea... y como que ella, la vida, lleva siempre en una mano el azar y en la otra la muerte... cuando vuelve a mirar... ya no sabe qué hacer, perqué... "només sap viure". 

Y es entonces cuando de pronto nos topamos con una realidad que parece irreal. Pero que es la realidad.

Ayer, bajando por las Ramblas, sentía el sentir de la tarde anterior en aquel mismo suelo... y me parecía insultante, irrespetuosa, hasta la luz del sol ante tanto dolor esparcido por el suelo... por el aire.

No creo que sirva de consuelo a las familias... pero sentí, profundamente, que aquel mar de personas, caminando por el mismo suelo, con-sintiendo sentimientos, poníamos con nuestros pasos una especie de bálsamo de amor en un suelo lleno de tanto dolor... el único que se podía poner...

Silencios compartidos... porque no hay palabras. 
No las encuentro ante tanto dolor.

No encuentro letras que puedan formar un puzzle que cree las palabras que se puedan dar la mano para expresar el sentimiento.

Simples sentimientos y pensamientos bajando por las Ramblas.

19 de agosto de 2017

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