Cuando mi nieto
mayor cumplió un año, mi hija mayor, su padrina y yo, le hicimos un mural de
patchword con velcro, para que, moviendo piezas y jugando, aprendiera cosas
sobre el sol, la luna, las estrellas, las nubes, la lluvia, las flores, el
árbol… La vida.
Ayer tarde,
jugamos un rato con el mural.
Un juego con una
conversación, aparentemente infantil, pero, como todos los mundos de los niños,
un ratito de pura filosofía dulce y magia total de sorpresas, ilusión y vida.
No creo que jamás
olvide sus ojos, sus explicaciones y su forma de escuchar y entender.
La tarde parecía
que quería nublarse. Y me preguntó un tanto preocupado si iba a haber tormenta.
Le dije que no
creía que hubiera tormenta, pero que tenía que llover, porque los árboles
necesitan agua, de la misma forma que la necesitan las plantas de su casa.
- Nosotros tenemos
una manguera para regarlos Baba (Baba soy yo)- me dijo.
- Sí, pero la
manguera no puede regar todos los árboles de la calle, ni todos los bosques. Y
el suelo de los bosques quiere tener flores…
- Sí Baba, pero no
podemos ir?
- No, amor. No
podemos ir a cuidarnos de toooodos los árboles ni de tooooodas las plantas. De
eso se cuidan las nubes. Moveremos las piezas del país de les flors y vamos a
ver qué pasa…
- Baba… el sol
también se cuida de los árboles, de las plantas y de las flores!
- Sí, cariño.
Claro, pero el sol calienta mucho, y, si no llueve, las flores y los árboles
tendrán mucha sed. Yo creo que deben de estar llamando a las nubes. Vamos a
mover las nubes y las ponemos en el cielo? Creo que ya saben que tienen trabajo
y están preparadas y llenas de agua para regar.
- Sí Baba, sí.
Ponemos todas las nubes. ¿Tapamos el sol? ¿qué pasará?
- Nada mi amor. No
pasará nada, porque el sol deja que las nubes se pongan delante mientras
riegan, pero no se va nunca del cielo.
- Baba!!! En el
cielo también están la luna y las estrellas!!!
- Sí… todos viven
allí.
- Baba… viven en
el cielo. Muy lejos. Mucho. Nosotros no podemos llegar. Ni subiéndonos a la
escalera! Están lejísimos!
- Exacto. Muy
lejos. Y nosotros no podemos llegar… al menos que yo sepa. Yo no he ido nunca
al sol ni a la luna ni a las estrellas.
- Baba! Mira cuántas
nubes hay delante del sol. Y debajo de las nubes ponemos las gotas de agua de
la lluvia, vale?
- Claro! Tiene que
llover… Mira. Las flores que estaban en el suelo ya se han ido, porque se han
secado de tanto calor del sol… y al árbol se le están secando las hojas. Pero
eso también es porque es otoño… y las hojas se van a la tierra, para salir
nuevas en el árbol en primavera.
- Sí Baba. Yo lo
sé. Ponemos todas las nubes? Todas las gotas. Que se riegue todo…
(Y pusimos todas
las nubes, todas las gotas de lluvia y quitamos las flores y tapó el sol, puso
la luna y las estrellas… pero había tantas cosas allí, que dos estrellas
quedaron en el suelo…).
- Mira Baba:
llueve!!!! Bien!!! Saldrá otra vez el sol y las flores, y el árbol estará
contento!!!
- Sí! Qué bien!
(De pronto, se
percató de las dos estrellas que estaban en el suelo. Y, con los ojos muy
abiertos, dijo:)
- Baba!!! Hay dos
estrellas en el suelo!!!!
- Oh, sí ¿sabes qué?
Yo no las he visto, pero creo que, a veces, alguna estrella baja y se pone en
el suelo… pero eso lo ve muy poca gente (sus ojos eran cada vez más grandes).
- Sí Baba.
Siiii!!! ¿sabes qué?
- ¿Qué amor?
- Que yo (y se
puso de pie para explicarlo) Yo he
visto estrellas en el suelo!!!!
- No me digas!!!!!
En serio???
- Sí!!!!
- Pues sabes qué? Que
muy poca gente puede ver las estrellas…
- Por qué Baba?
- Porque sólo se
ven con los ojos de la ilusión. ¿Sabes lo que es la ilusión?
- No… -dijo
soprendido-
- La ilusión sale
del amor. Cuando tú te pones muy, muy contento, se pone encima de la panxeta. A
ver… cierra los ojos y ponte muy contento. Muy bien. Ahora tócate aquí, donde
viven la ilusión y el amor. ¿Lo notas?
- Siiiii!!!!!!
(sonrisa plena).
- Pues así, con
los ojos cerrados y mucha ilusión y amor, así dicen que se pueden ver las
estrellas que bajan al suelo a veces.
- Las he visto
Baba!!!! (y, aquí se disparó la magia…). Y también he visto a Papá Noel!!!
- Muy bien amor. Has visto con los ojos de la
ilusión. Vamos a poner todas las flores, el sol, la luna y las estrellas y
vamos a quitar las nubes.
- Sí Baba. Y,
sabes qué? Que a veces en el cielo están la luna y el sol a la vez. Aunque sea
de día!!
- Sí cariño. Es
que son muy amigos. La luna y el sol viven juntos. Y de día, cuando sale el
sol, la luna se pone a dormir abrazadita al sol, pero hay días que tiene menos
sueño y no hay nubes, y se queda a jugar con el sol. Entonces los vemos a los
dos. Por la noche, la luna se vuelve a poner delante del sol y las estrellas le
bajan las pestañas para que el sol duerma un ratito. Por eso no hay luz de
noche. Y cuando la última estrella se va a dormir, le levanta las pestañas al
sol y el sol se despierta y… es de día!!!
Seguimos un ratito
más… y nos desviamos del objetivo meteorológico, pero os aseguro que fue tiempo
de magia de la de verdad, de la que no tiene truco, de la que está llena y
llena e impregna de amor.
De ese amor que es capaz de convertir un trozo de
tela en un mundo maravilloso que hace sonreír y alimenta el corazón.
Vicky Manzano (Baba)